A la hora de practicar pegging la mujer se pone el “strap-on”, del que sale un consolador multifuncional y un vibrador. De esta manera es posible, que mientras que la mujer penetra analmente al hombre, ella sienta placer gracias el vibrador.
Cómo puedes ver, los dos pueden gozar del sexo al mismo tiempo. Al practicar esta técnica, las dos personas han de tener mucha confianza mutua, y sobre todo, paciencia. Para los principiantes puede resultar a la primera vista como algo raro. Pero poco a poco, ambas personas llegan con muchas caricias y sensibilidad a un nuevo universo de la satisfacción sexual. Si se dilata lentamente el ano de la pareja pasiva utilizando mucho lubricante, el hombre puede llegar al orgasmo mediante la estimulación de la próstata.
También desde el punto de vista psicológico, el pegging conlleva ciertos atractivos. Los típicos conceptos de dominación y sumisión, así como el cambio de papel entre ambos sexos, en el cual la mujer lleva el control, son sólo unos pocos ejemplos de los placeres psicológicos. Por lo general, se relaciona esta práctica sexual con el BDSM (aficiones sexuales relacionadas con el sadomasoquismo). ¡Da rienda suelta a tu fantasía! Lo más importante en la cama es una buena comunicación entre las dos personas. No tengas vergüenza y dile a tu pareja todos tus deseos y sueños eróticos. Seguro que estarás muy sorprendido por los deseos del otro. ¡Descubre nuevos mundos! ¡Prohíbe a las preocupaciones, los clichés y prejuicios el acceso al dormitorio y déjate llevar por tu imaginación!
Desde el punto de vista lingüístico la palabra inglesa “peg” se refiere a incontables términos que varían según el contexto. De esta manera, puede significar “colgador”, “clavija” o “fijar algo”, ya sé a lo mejor suena un poco “grosero”. Sea como sea, descubre tú mismo por qué llaman a esta practica así…
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