miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Y por qué itinerante?

Desde que nací, y ahora tengo 27 años, mi infancia no ha sido fácil. Mi madre se casó muy joven con un pánfilo 18 años mayor que ella, y al que le descubrió una infidelidad con un compañero de trabajo. Si, han leído bién. Mi madre descubrió que mi padre tenía relaciones homosexuales con un colega del curro.

Yo tenía 6 añitos cuando esto ocurrió, pero mi madre nunca me ha ocultado nada desde que he tenido uso de razón.

La fortaleza de mi madre y ese resquemor a las relaciones con hombres creo que las he heredado por completo, y aunque no me considero homosexual, si he disfrutado de intansas relaciones lésbicas con alguna buena amiga, en la que nunca ha faltado la presencia de un varón, sometido y humillado, haciéndonos de sirvienta o "palanganero".

En mis relaciones con hombres, me declaro abiertamente promíscua. Y en mis relaciones de pareja nunca he consentido ni un ápice que un hombre me dijese cómo, cuando, dónde o con quién podía yo acostarme. Para mi los celos no son motivo de discusión, o el hecho de que yo mantenga relaciones sexuales con quien me apetezca tampoco lo son. Simplemente si se cuestiona mi comportamiento, la pareja deja de existir.

Bueno, ¿y por qué itinerante?
Debido a mi trabajo, paso temporadas por distintos puntos de España, donde deseo establecer una buena colección de esclavos para que me sirvan. No dudo de la dificultad y la complejidad a la hora de encontrar lo que verdaderamente busco, y de la cantidad de moscones que pueden ir apareciendo en la búsqueda. Por lo que estaré haciendo constantemente selección.

Si te consideras digno de servirme no dudes contactar conmigo a mi email personal. Mira mi perfil. Siempre tendrás opción a hacerte con unas braguitas mias usadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario